Confirmación de adultos y jóvenes de la Cofradía

Ayer sábado día 28 de abril de 2012, un grupo de jóvenes y adultos de nuestra Cofradía, recibieron, después de una intensa catequesis formativa, el sacramento de la confirmación, reafirmardo así el bautismo que siendo niños recibieron. Un grupo de adolescentes del Colegio de Santa Rosa, compartieron con nosotros este día que resulto emotivo.

El acto fue presidido y celebrado por el Vicario de la zona centro de la Diócesis de Zaragoza, D. Santiago Aparicio, y concelebrado por D. José Antonio Usán, Párroco y Consiliario de nuestra Cofradía, así como del resto de sacerdotes de la Iglesía de Santiago que también nos acompañaban.

A las 20,00 h se iniciaba la celebración del acto que, con algunos nervios, discurría perfectamente sincronizada pese al elevado número de confirmandos (más de 40). El Sr. Vicario y nuestro querido José Antonio, nos hicieron partícipes de una celebración que resultó dinámica, sincera, e inolvidable para los que allí estuvimos. Tras la presentación a la Comunidad uno a uno de los confirmandos y posterior celebración del rito de la Luz así como la renovación de las promesas del Bautismo, junto a padrinos y madrinas, recibían del Vicario el don renovado del Espíritu Santo. La presentación de las ofrendas, peticiones y oración, daban continuidad a la celebración que concluía con unas palabras de agradecimiento por parte de uno de los confirmantes que a continuación reproducimos:

Señor Vicario, Querido José Antonio, apreciados Sacerdotes

Queridos hermanos en Cristo,

Os resultará al menos chocante que una persona de mi edad, en ocasiones ya me llaman señor, felizmente casado y con dos hijos fantásticos, haya sido el elegido para trasmitir unas palabras de lo que, la vivencia de nuestra fe en la edad madura, significa y ha significado en estos últimos e intensos meses de formación, que hoy culminan al haber recibido este Don renovado del Espíritu Santo,   nuestra Confirmación.

Como representante, en este momento de jóvenes, menos jóvenes y adultos que acabamos de recibir el Sacramento, os aseguro que no me equivoco al afirmar que:

Primero, estamos en una etapa de nuestra vida lo suficientemente madura para ser conscientes del significado y compromiso que hemos adquirido,

Segundo, asumimos el fortalecimiento de nuestra creencia en Cristo.

Y tercero, tenemos ya una fe más fuerte, consolidada, sabemos dónde estamos y hacia dónde vamos.

Esta fase en nuestra vida de iglesia, que hoy reafirma el Bautismo que en su día siendo niños recibimos, nos hace fuertes en espíritu, nos acerca más en unión a Cristo, y perfecciona el vínculo con la Iglesia, recibiendo una fuerza especial del Espíritu Santo

Quedamos obligados, si no lo hacíamos ya, a difundir y defender la fé mediante la palabra y las obras, como verdaderos testigos de Cristo. Algunos lo haremos desde nuestra Cofradía, por que no, con nuestros tambores, timbales y bombos; otros, desde diferentes asociaciones y grupos parroquiales con sus actividades; algunos desde ese nuevo prisma de su vida como cristianos en su próximo matrimonio; otros, los más jóvenes, dejando su colegio de siempre, Santa Rosa, para salir a un mundo real, ellos tendrán un reto difícil, pero hoy ya están preparados…

Pero debemos tener claro, que hoy nos hemos comprometido, frente a la iglesia, y siendo testigos los que hoy nos habéis acompañado, padrinos, madrinas, familiares y amigos, insisto, nos hemos comprometido, en no sentir jamás vergüenza de la cruz de Cristo, esa cruz que siempre discurrirá paralela a nuestras vidas.

Dejadme finalmente que agradezca, en nombre de todos, a nuestros catequistas y formadores, Alberto, Pilar, Pitita, Javier y José Ignacio, su dedicación, su pasión, sus ganas e ilusión en su desinteresada vocación, y sobre todo su enorme paciencia. Gracias de verdad pues sois los artífices indiscutibles, junto a nuestro compromiso personal en la fe, de este ciclo sacramental que seguirá completándose a partir de hoy.

Y una mención especial, con el permiso del Sr. Vicario, para José Antonio Usán, Párroco y Consiliario, en este incomparable marco de la Iglesia de Santiago, que nos dado todas las facilidades necesarias para poder completar un camino que hoy no termina, sino que es punto y seguido.

Sólo un último apunte que es personal, y posiblemente compartido con algunos. En este momento, otra vez mi Cofradía está presente en mi vida de cristiano. Lo fue, cuando conocí hace ya 22 años, a la que hoy es mi mujer, compartiendo juntos desde entonces una vida plena como cristianos; lo es porque mis hijos la viven con fervor, pasión y devoción, rezando y venerando a nuestras imágenes; y lo es hoy, porque me ha dado la oportunidad, desechada en una fase de mi juventud donde premiaban otros valores, de aprobar una asignatura pendiente, recibiendo este sacramento de la confirmación. Como veréis, en nuestra Cofradía, la vida y creencia en la fe de Cristo representa su mayor valor. Gracias, una vez más, Cofradía.

 Termino invitándoos ahora a celebrar con nuestras familias y amigos lo importante de este sábado, 28 de abril de 2012, fecha que quedará grabada en nuestras vidas como cristianos. Disfrutemos con alegría el sacramento recibido de la Confirmación.

Gracias.

El acto, en el que participó de una manera muy activa el coro de nuestra Cofradía, concluía con las fotografías de rigor y con la celebración de una fiesta posterior que con familiares y amigos se desarrolló hasta altas horas de la madrugada. Destacamos el detalle que tuvieron algunos hermanos de la Cofradía proyectando un video que repasaba nuestra infancia y juventud, con una preparación laboriosa; en nombre de todos: Gracias.

Como más vale una imagen que cien palabras, os acompañanos un amplio reportaje fotográfico de la celebración.