¿Por qué una procesión extraordinaria para conmemorar nuestra 75 salida procesional?
Durante el pasado año, y con motivo de ir preparando los actos conmemorativos de las efemérides que celebramos en 2015, se realizaron varias reuniones con diferentes grupos para que los cofrades colaboraran con sus ideas y propuestas en el desarrollo de los mismos. Fue en la reunión de instrumentos donde se propusieron, entre otros, dos temas concretos:
- Hacer algún acto con la imagen del Señor atado a la columna de Tomás Llovet propiedad de la Sangre de Cristo, talla con la que se fundó la Cofradía en 1940 y que procesionó sola hasta el año 1949, fecha en la que se incorporó la imagen titular, y que además nos acompañó, aunque con algunas interrupciones, hasta el año 1998 que se sustituyó por la actual de Hernández Navarro.
- La parroquia de la Magdalena fue sede durante muchos años, además de realizarse por sus calles el Vía Crucis y terminar la procesión en ella 25 años. Se pedía que se hiciera algún acto conmemorativo.
La primera desilusión fue que la iglesia, a pesar de que está reformada por fuera, por dentro continúa en obras, mejor dicho, continúan paradas las obras, y no se puede abrir al culto por problemas de seguridad al no estar preparada para el culto.
Tras conocer este primer escollo se comenzaron a estudiar los temas. En principio se debía decidir si se hacía una procesión extraordinaria o si se adecuaba la titular de Jueves Santo para ir por la Magdalena. Para esta segunda opción hubo un grupo de trabajo que presentó varias opciones a la Junta de Gobierno, pero ésta, tras sopesar los problemas que podrían derivarse de perder nuestro horario y recorrido habitual en la complicada madrugada del Jueves, prefirió no exponernos a ningún cambio y no variar nada ese día. Eso sí, como la idea gustaba, lo que se pensó fue en realizar una procesión extraordinaria en otra fecha que serviría para conmemorar nuestra 75 salida a la calle y, además, realizándola por la Magdalena, cumplir ya con una de las propuestas aunque fuera por el exterior y alrededores.
Para poder llevar acabo la segunda, procesionar el Cristo de Llovet, debíamos de ponernos en contacto con la Sangre de Cristo para que nos concedieran permiso, ya que son los propietarios de la misma, lo cual hicimos ya antes del verano. Desgraciadamente en este aspecto no vamos a poder cumplir tampoco nuestros deseos ya que, en respuesta reciente de la Hermandad, nos comunicaron que la imagen se encontraba en mal estado de conservación y precisaba una restauración para poder salir a la calle, ya que si no corría peligro de deteriorarse más todavía. Como no hay tiempo ni fondos, y como queremos mantener la idea de la salida extraordinaria, ha sido preciso pensar otras opciones, habiéndose decidido finalmente que sea la imagen del Santísimo Cristo atado a la Columna, imagen propiedad de las Madres Dominicas del Pilar realizada sobre 1600, la que nos acompañe. A pesar de que no era la idea original, posiblemente ninguna talla se merece más este puesto: este Cristo tuvo la fuerza de haber creado en torno a la fe que se tenía en ella una Hermandad en 1804, cuyos propios hermanos posteriormente fundaron la Cofradía para salir penitencialmente a la calle en 1940. Por supuesto que después vino nuestro titular que ha llegado a ser un símbolo, una referencia y un «algo más» para todos los cofrades de la Columna, pero esto fue una vez ya fundados.
A partir de aquí lo que sí se ha estudiado muy detenidamente es el recorrido, para que gire en torno a la citada iglesia y por unas calles de nuestro casco histórico que creo todos vamos a disfrutar (Palomar, Magdalena, arco del Deán, Pabostria, Dormer, etc.) y a recordar después.
