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Real, Pontificia, Antiquísima, Ilustre, Franciscana y Penitencial Hermandad y Cofradía del Señor Atado a la Columna y de Ntra. Sra. de la Fraternidad en el Mayor Dolor

Visita de la Virgen de Nª Sª de la Fraternidad a la cárcel de Daroca

El pasado sábado día 26 de febrero un reducido grupo de cofrades tuvimos la oportunidad de acompañar, junto a nuestra imagen co-titular de Nuestra Señora de la Fraternidad en el Mayor Dolor, a los internos de la cárcel de Daroca.

Comenzábamos la jornada a las 8 de la mañana con la habitual «puntualidad columnera» saliendo con nuestros coches particulares desde nuestra Sede en la Iglesia de Santiago, llegando poco antes de las 9 de la mañana a la cárcel de Daroca.

La primera imagen del recinto, desde la carretera, no podía hacernos presagiar, a los que con relativa incertidumbre acudíamos a este llamamiento cofrade, lo que desde dentro íbamos a recibir y compartir.

Una vez descargados los instrumentos, guitarras, y nuestra querida imagen de la Virgen colocada en su pequeña peana, y tras las consiguientes medidas de seguridad, más o menos sobre las 9,30h atravesábamos los fríos muros de la cárcel, rodeados de alambradas y medidas de control. Tras unos interminables minutos para el cierre de una puerta que quedaba tras nuestras espaldas y, con unos latidos de corazón que delataban una sensación que cuesta relatar, se abría una nueva puerta frente a nosotros, donde esperaban unas 25/30 personas, que por diferentes motivos están privados de libertad tras esos fríos muros. Ellos nos miraban, nosotros les veiámos, y nuestra Virgen era la fusión en fraternidad, de reclusos y cofrades.

En un silencio respetuoso, roto solo por nuestros tambores, timbales y bombos, …., nos acercamos, ….., se acercaron,…..  y con velas encendidas, flanquearon la pequeña procesión y Vía Crucis que íbamos a iniciar. Fue algo inenarrable, atrás quedaron los nervios que se convirtieron en solidaridad, en fraternidad, en devoción…

Los internos se acercaron a la peana con nuestra imagen de la Virgen de la Fraternidad en el Mayor Dolor, haciéndose con ella como si la hubieran portado toda la vida. En ese momento inicamos las catorce paradas del Vía Crucis a través de los diferentes modulos del recinto, pasando por la enfermería y por el patio en donde había un mayor número de reclusos. Eran ellos, quien con un sentimiento vivo y de corazón, transfromaban las estaciones en el relato de su vida privada de libertad haciéndonos participes de sus oraciones.

Después del via crucis celebramos una emotiva Eucaristía, en su compañía, integrados con ellos, con la alegría de nuestras guitarras y coro cofrade, donde la paz fue signo de alegría y de nueva fraternidad. Al término de la celebración, y tras la entrega de una pequeña estampa con nuestra Virgen y una oración, así como los agradecimientos protocolarios, pudimos compartir un ratito de su compañía, de su conversación, de sus problemas, del tiempo que resta para recuperar la libertad, de las gracias por estar con ellos,….compartiendo y recibiendo solidaridad, consuelo y apoyo, y sobretodo mucha, mucha fraternidad.

Tras varios intentos por parte de los funcionarios de prisiones de devolver a los reclusos a su normalidad, roto por nuestra entrada, nos despedimos de ellos, del entorno, de la responsable de pastoral penitenciaria, del subdirector del centro, a los que desde aquí agradecemos el haber podido acceder al recinto y estar en contacto directo con los presos, que nos consta no ha sido nada fácil,….., las puertas se volvieron a abrir y a cerrar. Eran las 12,30 h y nuestra labor había concluido, y esábamos de nuevo en «nuestra libertad», pero todos con la satisfacción de haber podido dar y, sobretodo, recibir, compartiendo otra vez la Fraternidad de nuestra Virgen con los necesitados.

Una experiencia inolvidable.

A continuación trascribimos una carta recibida de uno de los cofrades participantes:

Hola Cofradía.

Solo quería transmitirte algunos sentimientos sobre la visita de nuestra Cofradía a la Prisión de Daroca:

GRACIAS por permitirme ver en persona, a un amigo ( interno de allí ) y darme esos minutos de alegría compartidos con él.

GRACIAS por dar esos minutos de alegría a mi amigo.

GRACIAS por hacerme sentir mas persona, entender mejor los problemas de los demás, y en definitiva, ser mas humano.

GRACIAS por dar unas horas de alegría a unas personas que como nosotros ( esta claro que si están allí, algo han cometido ), pero que tienen alma, que transmitían en sus caras ESPERANZA, SERIEDAD en el acto.

GRACIAS por la experiencia tremendamente humana, salí de allí espiritualmente cambiado, hay veces que nos quejamos de cosas que nos pasan, y decimos Dios mío, porque yo, pero cuando ves eso, gente que por lo que sea ha tenido mala suerte, malas influencias, malas amistades etc. y por lo que sea se encuentran ingresados en prisión, miras a nuestra Virgen, a nuestro Cristo, y no te queda otra que decir GRACIAS por haberme llevado por este camino.

De verdad, creo que es una experiencia que no olvidaremos ninguno de los que tuvimos la gran suerte de asistir a este acto, y que si puedo, recomendaría continuar con este acto todos los años, siendo los asistentes distintos cada vez, que nuestros hermanos cofrades sientan lo que nosotros sentimos durante unas horas ( repito ) INOLVIDABLES.

Muchas GRACIAS a la Cofradía por promover actos de este tipo.

GRACIAS.

fuente: www.revistalaocaloca.com

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